Gustavo Álvarez Gardeazábal
Gracias al proceso de hibridación que ha tenido nuestro sistema electoral con reformas cada cuatro años, en esta oportunidad se presenta una situación solo digna de la pendejada colombiana. El plazo para inscribir candidatos a la presidencia y vicepresidencia vence el 9 de marzo. Dos días después hay elecciones a Congreso y hasta el 19 de marzo se permitirá modificar las planchas presidenciales que se hayan inscrito hasta el 9 de marzo.
En otras palabras entre el 12 y el 19 de marzo se deberán tomar decisiones sobre el futuro de la campaña presidencial.Pero gracias también a la misma hibridación, el 11 de marzo las dos consultas,la del partido de Uribe y la de la coalición de última hora de Petro,ponen en manos de votos ajenos unos elementos electorales que pueden ser fundamentales. Piénsese no más en la posibilidad de que los empanicados desde ya por la candidatura Petro den la orden o hagan campaña para que voten por Caicedo,el otro candidato de la consulta de los petristas y entonces el exalcalde de Santa Marta resulte desbaratándole las ganas presidenciales al asustador Petro .O en si conservadores y radicales de Vargas Lleras sean aupados a meterse en la consulta uribista y voten en masa por Martha Lucía y el candidato de Uribe resulte derrotado en franca lid.
Es un ajedrez legal y permitido por la hibridación de nuestras leyes electorales pero de alguna manera da gabela a que se permita escoger al contendor y poderse preguntar: ¿ es más fácil para Vargas Lleras o para Uribe, derrotar a Caicedo que a Petro ? ¿O derrotar a Martha Lucía que a Duque ? Curiosamente es en manos de los conservadores , liberales y radicales , de los verdes y los del Polo y los de la U ,que no tienen consultas,que se puede limpiar la mesa de las candidaturas.
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